Solitario Yukón

Introducción

El Solitario Yukón es muy parecido en apariencia al Solitario Klondike, salvo que las 24 cartas que habrían estado en la baraja se distribuyen de forma uniforme bocarriba por todas las columnas menos la de la izquierda. Además, las normas cambian un poco.

El Solitario Yukón tiene varias variantes, incluidas el Solitario ruso, el Solitario Alaska y el Solitario australiano.

El juego requiere dotes de concentración y visualización para ganar de manera sistemática. El jugador debe ser capaz de planificar secuencias de movimientos, a veces con cierta antelación. Se dice que un buen jugador es aquel que puede ganar más del 80 % de sus partidas.

Objetivo

El objetivo del Solitario Yukón es formar 4 montones ordenados del mismo palo del As al Rey en los mazos de destino.

Normas

Para empezar una partida, se disponen en el tablero las 52 cartas de una baraja convencional.

En total, se reparten 21 cartas bocabajo. Las otras 31 cartas se colocan bocarriba: una en la columna más a la izquierda y cinco en cada una de las otras seis columnas.

En el Solitario Yukón, técnicamente solo puede moverse una carta a la vez. Sin embargo, si en el tablero hay otras cartas encima de la carta que se mueve, todas ellas acompañan a la primera. Algunas veces se forman grandes montones. Salvo en el caso del Rey, la carta de origen se tiene que mover sobre una carta de destino que le siga en valor, y del color opuesto.

Cuando se mueve una carta que está justo encima de una carta oculta, esta última se gira y se pone en juego automáticamente.
Puesto que al Rey no le sigue ninguna carta, no se puede mover a otro montón, por lo que solo debe moverse a una columna vacía. Es importante recalcar que el Rey es la única carta que puede ocupar una columna vacía.

Las cartas solo se pueden enviar al mazo de destino de una en una. El juego también permite mover una carta en sentido contrario, siempre que sea a un lugar permitido.

Diseño

La pantalla del juego está compuesta por 2 secciones distintas.

Los mazos de destino se encuentran en el lado izquierdo de la pantalla y constan de 4 casillas. Cada casilla representa un mazo de destino. En estos mazos de destino se forman montones del mismo palo, comenzando por el As y acabando con el Rey.

En la parte superior de la pantalla se encuentra el tablero. En horizontal, consta de 7 columnas. Dependiendo del estado actual de la partida, las columnas pueden estar vacías o contener un montón de una o más cartas. En esta sección se disponen todas las cartas al inicio del juego y es donde tiene lugar la mayor parte de la acción durante la partida.

Estrategia

A continuación, se enumeran algunos consejos para ganar en el Solitario Yukón:

• En este juego hay tres prioridades principales: exponer las cartas ocultas; liberar cartas que se puedan enviar a los mazos de destino; y dejar libres columnas para poder mover los Reyes y acceder a la carta que hay justo debajo de ellos. La experiencia dirá al jugador a cuál de estas prioridades dar preferencia.
• Planifica varios movimientos con antelación. Elije la carta que te interesaría mover y, a continuación, busca una carta sobre la que podrías moverla. Si no hay ninguna, no puedes mover la carta. Si solo hay una, fíjate en la carta que tiene encima y busca una carta sobre la que podrías moverla. Si hay dos, sigue los dos posibles caminos. Continúa el proceso hasta obtener respuesta a si podía moverse o no la carta original.
• Hay otra estrategia a buscar una secuencia de movimientos que podría dar sus frutos. Salvo en el caso del Rey, si se mueve una carta, tiene que ser a la parte inferior de un montón. Elije una carta de abajo, busca una carta sobre la que podrías moverla y una carta a la que podrías mover la carta que quedaría expuesta al mover la primera. El proceso continúa en cadena hasta que se descubre si puede dar beneficios o no.
• Solo por el hecho de poder mover una carta, no significa siempre que haya que hacerlo. Es mejor retrasar movimientos hasta que llegue el momento para mantener el máximo número de opciones abiertas durante el mayor tiempo posible. Dicho esto, no tiene ningún sentido esperar para enviar un As a los mazos de destino. Sin embargo, dado que un As de un montón se puede mover sobre un Dos disponible, mover un Dos a un mazo de destino no siempre es buena idea.
• Recuerda que independientemente del valor y el color del naipe (excepto en el caso del As), solo hay dos posibles cartas que pueden moverse sobre él. Por tanto, si, por ejemplo, las dos Jotas negras están visibles en el tablero y una tiene un Diez rojo encima, no tiene sentido retrasar el movimiento del otro Diez rojo a la otra Jota negra si está expuesto. Si ejecutas estos movimientos inevitables, te resultará más fácil llevar un seguimiento de los movimientos retrasados que no son inevitables.
• Analiza todas las posibilidades. Supón que el jugador descubre que podría girar una carta oculta con solo mover un Seis rojo a un Siete negro. Sin embargo, el otro Seis rojo está en un montón. En lugar de eso, podría mover este último al Siete negro, después una carta sobre la que estaba debajo del Seis rojo, y así hasta que no solo se gire una carta oculta de un montón diferente, sino que también se libere un valioso As.
• No dejes vacía una columna hasta justo antes de mover un Rey a la misma. Por ejemplo, el jugador podría mover un Ocho negro para dejar libre una columna, pero ahora ha utilizado un Nueve rojo que no se puede mover para colocar el otro Ocho negro. Aunque el otro Ocho también esté oculto, si se quiere ganar la partida, habrá que girarlo en algún momento, y podría ser antes de girar el otro Nueve negro.