Solitario australiano

Introducción

El Solitario australiano es un conocido juego de cartas que se juega con una baraja de 52 cartas convencional. Se trata de una variante del Solitario Yukón, parecida al Solitario Klondike. Sin embargo, es más complicado que el Solitario Yukón, sobre todo porque utiliza una baraja. Es una batalla en la que constantemente necesitas cartas que no puedes alcanzar.

Se ha afirmado que un jugador medio puede ganar en torno a un 20 % de sus partidas de Solitario australiano y que uno muy bueno puede acercarse al 33 %.

A los que el Solitario australiano les parece un reto demasiado exigente, es posible que quieran probar el Solitario australiano fácil. Permite dos pases de la baraja en lugar de uno solo. Ese pase adicional lo cambia todo.

Diseño

La pantalla del juego está compuesta por 4 secciones distintas.

El tablero se encuentra en la parte superior de la pantalla, en el centro. Consta de 7 columnas. Cada columna puede estar vacía o contener un montón de cartas superpuestas en vertical de una o más cartas bocarriba, dependiendo del estado actual de la partida. En esta sección es donde tiene lugar la mayor parte de la acción durante la partida.

La zona de los mazos de destino se encuentra arriba a la derecha, encima del tablero. Se compone de 4 rectángulos. Cada rectángulo es un mazo de destino en el que se pueden formar secuencias de cartas del mismo palo en orden del As al Rey.

En la esquina superior izquierda se encuentran la baraja y el mazo de descarte. Ambos van conectados y van poniendo las cartas en juego de una en una.

La baraja contiene las cartas de reserva que se pondrán en juego a medida que avanza la partida. Normalmente consiste en un montón de cartas bocabajo, unas encima de otras. El mazo de descarte está justo a la derecha de la baraja.

Cada vez que el jugador hace clic en la baraja, se coloca una carta bocarriba en el mazo de descarte. Solo se puede jugar la carta de arriba del mazo de descarte. Salvo desde la baraja, no se pueden enviar cartas al mazo de descarte.

El Solitario australiano permite un solo pase de la baraja. Sin embargo, en el Solitario australiano fácil son dos los pases permitidos. Para comenzar de nuevo la baraja, el jugador solo tiene que hacer clic en ella. En ese instante, todas las cartas del mazo de descarte se trasladan a la baraja, bocabajo, unas encima de otras. Esta es la única forma en la que se pueden colocar cartas en la baraja.

Objetivo

El objetivo del Solitario Yukón es formar 4 montones ordenados del mismo palo del As al Rey en los mazos de destino.

Cómo jugar al Solitario australiano

Al comienzo de la partida, se coloca un montón con cuatro cartas bocarriba en cada una de las siete columnas del tablero. El resto de cartas, 24, se quedan en la baraja.

Para ganar la partida, el jugador debe completar los cuatro palos en los mazos de destino del As al Rey, colocando las cartas en orden de una en una. El jugador puede mover una carta a los mazos de destino desde la parte inferior de un montón del tablero o desde el mazo de descarte. También se puede mover una carta del mazo de destino al tablero, siempre que sea a una posición permitida.

En este juego, técnicamente solo puede moverse una carta a la vez. Sin embargo, si hay cartas encima de la carta y el movimiento es a un montón, todas ellas acompañan a la primera. Algunas veces se forman grandes montones. Salvo en el caso del Rey, la carta de origen se tiene que mover sobre una carta de destino de la parte inferior de un montón que le siga en valor, y del mismo palo.

Puesto que al Rey no le sigue ninguna carta, no se puede mover a otro montón, por lo que debe moverse a una columna vacía. El Rey es el único valor que puede ocupar una columna vacía.

Una vez ha movido todas las cartas que ha querido, el jugador puede hacer clic en la baraja para sacar una carta y colocarla encima del mazo de descarte. El jugador tiene una nueva oportunidad de mover cartas por el tablero. El proceso se repite hasta que, o bien se gana la partida, o bien no se pueden enviar más cartas a los mazos de destino.

Estrategia

A continuación, se enumeran nueve consejos para superar el Solitario australiano:

• Planifica tus movimientos con cuidado. Intenta encontrar una combinación de movimientos consecutivos que sigan algún objetivo útil, como colocar una carta del mazo de descarte.
• Para estar seguro de si puedes mover o no una carta, encuentra primero la carta sobre la que tienes que moverla (o, si es un Rey, una columna vacía). A continuación, para exponer esa carta, encuentra la carta sobre la que tendrás que mover la carta de abajo. La cadena continúa hasta que llegas a la primera carta del montón, lo que significa que puedes realizar el movimiento original, o se rompe la cadena.
• A menudo no cuesta mucho dejar una columna vacía y ocuparla con un Rey de un montón. No obstante, si no sacas ninguna ventaja de mover el Rey, quizás sea mejor retrasar el movimiento. A lo mejor puedes darle mejor uso a esa columna vacía más adelante en la partida.
• Siempre que puedas, coloca los cuatro Reyes en el tablero, cada uno encabezando su propio montón. Sin embargo, si no puedes liberar suficientes columnas, coloca primero los Reyes del mazo de descarte. Un Rey enterrado en el mazo de descarte puede ponértelo muy difícil.
• Evita realizar movimientos arriesgados. Por ejemplo, no muevas una carta de un valor inferior más arriba en el mismo montón que una carta de un valor superior del mismo palo, es arriesgado. En algún momento, podrías encontrarte con que no puedes mover la carta de valor inferior a la parte de abajo de su propia columna.
• Cuando haya un Rey en lo más alto de su columna (y a veces, aunque no esté en lo más alto), no dudes en formar la secuencia a partir de él por valor y palo. Mientras no juegues ningún movimiento arriesgado durante la preparación, siempre será seguro mover una carta al mazo de destino. De igual modo, no hay ningún motivo real para recuperar una carta del mazo de destino.
• Más que nada porque el juego consiste en agotar las cartas de la baraja y el mazo de descarte.
• Normalmente no es necesario jugar todos los movimientos posibles antes de hacer clic en la baraja, incluso puede ser contraproducente. Es más sencillo determinar si la carta de arriba del mazo de descarte se puede colocar en un montón o no. Si no, da igual los movimientos que hagas, nada va a cambiar eso a menos que hagas clic en la baraja. De igual modo, toda carta que se pueda mover de un montón a un mazo de destino, seguirá estando disponible después de hacer clic en la baraja.
• Al comienzo de una partida nueva, es probable que el jugador quiera escudriñar el tablero para ver si lleva a un callejón sin salida. No se puede crear un callejón sin salida moviendo las cartas. Aunque no suele ocurrir, un callejón sin salida es sinónimo de que la partida no se puede ganar. Por ejemplo, supón que, de arriba abajo, un montón contiene la secuencia 8H-6H-7H. El 6H nunca se podrá colocar encima del 7H y, por tanto, nunca se podrá enviar a un mazo de destino.